sábado, 17 de mayo de 2008

Einstein, Edison, Graham Bell, Franklin, Pascal,

"después pasa un brazo y luego la manga y sale por el agujero.", le dice al niño. Se sorprenderá cuánto aprenden los pequeños con este juego sencillo. Einstein aprendió con ese juego, "Mirá cómo sale la mano por el agujero", le dijo la madre, y él formuló la teoría de la relatividad. La madre, por ejemplo, de Edison, lo mandaba siempre a dormir la siesta bajo los árboles de manzanas para que le cayera una manzana en la cabeza y de ese modo, Edison pudo inventar la ley de gravedad que antes no existía. Antes de Edison, las manzanas no caían, y fue él, el mago de Menlo Park, también llamado el Fénix de los Ingenios, el que las hizo caer.
Y la mamá del otro que lo mandaba a remontar barriletes, la mamá de Newton lo mandaba a remontar barriletes con el objeto de que inventara el barrilete. "ve y remonta el barrilete y descubre el pararrayos para orgullo de tus padres y amigos."
Todos los sabios descubrieron lo que descubrieron gracias a su madre. También el inventor del teléfono, Benjamin Franklin. En realidad, cuando inventó el teléfono no tenía mucho sentido porque inventó un teléfono; en realidad, el segundo teléfono vino a prestar sentido al primero. Si no, el otro servía solamente para la telenovela, pero vino Guillermo Marconi e inventó el segundo teléfono. Que fue casi tan bueno como el invento de la radio, a cargo de Alexander Graham Bell. O Vucetich, que inventó las huellas dactilares, antes las manos eran lisitas, pero vino Vucetich y ya no.
Y el de la circulación de la sangre, ése fue Pascal. Antes la sangre no andaba. Estaba ahí quieta y la gente así...como estacionarios. La circulación de la sangre tiene algunas ventajas, se te calientan las patas. Cuando la sangre no te circula tenés los pies fríos.
Bueno, doctor, yo venía justamente a verlo porque tengo pies fríos. Le hago toda esta cita para que vea que está hablando con un hombre culto, no con un perejil.

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