sábado, 28 de junio de 2008

Almejas y medusas en la playa


-En Monte Hermoso está lleno de almejas. Hay más almejas que arena, se han multiplicado una barbaridad, son plaga. Las combate la Municipalidad a los tiros. Matan 30, 40 cada noche pero imaginesé, no alcanza. Y muchas están cebadas, porque la gente no tiene modo de caminar por la playa que no sea pisando a las almejas. Y a alguno se ve que se le quedó enganchado un pedacito de piel del talón en el
borde filoso de una almeja, y la almeja, para
qué!..."Mmmmm, qué bueno que está esto.", y entonces hay jaurías de almejas cebadas que cada tanto se abalanzan sobre los turistas y siembran el pánico. Después, lo cosechan. O se le meten a la noche en la pieza del hotel y se lo empiezan a comer, de a poquito, usted no se da cuenta.



Y hay aguavivas gigantes, 4, 5 cuadras. Usted empieza a caminar por la arena y de repente siente que está en un pantano móvil y el aguaviva lo tiene a su merced, mire si será malo ese repugnante batracio.

sábado, 7 de junio de 2008

"Todo para el gaucho"

-Acá con el señor tenemos un negocio de artesanías gauchescas. "Todo para el gaucho" se llama. Tenemos sortijas, mates, tenemos uno de cinco agujeros, para las familias numerosas, que los estamos exportando mucho también a Japón. El mate en Japón es furor, ahora están haciendo en el piso y sobre almohadones "la ceremonia del mate". Nosotros entrenamos una delegación que después hacía allá talleres para aprender a tomar mate. Pero vio, la barrera del idioma es complicada de salvar; en japonés, "chupar" se dice igual que "soplar" así que imagínese el desastre que era...pero al final hicimos un convenio: nosotros les vendemos mates de cinco agujeros y ellos nos venden boleadoras electrónicas.

-Bueno, pero yo quiero un mate normal, no soy japonés.

-Pero para regalar; usted no tiene pacientes japoneses?, o allá el sicoanálisis no caminó, por aquello del budismo zen?

-No, no, no tengo ningún paciente japonés, pero porque no ha venido ninguno, no porque yo tenga algo contra los japoneses.

-Bueno, y en esta feria, también hacemos domas, la gente del público se ofrece y hace una doma. Pero de personas, porque los caballos nos costaban una fortuna; entonces usté trae algún familiar medio retobao, medio mal llevao, lo montan y se lo dejan mansito. Sin espuelas, eso sí. Pero hay gente que hace trampa, vio, se ofrecen a domar y se esconden en los talones rueditas de esas de hacer los ravioles y lo picanean. Bueno, señor, qué va a llevar?

-Chambergos tiene? Voy a ir al festival de Cosquín y quiero ir con un chambergo a la plaza.

-Lo qué?

-Sombreros de esos gauchescos...

-Ah, sí, sombreros. Sí, tenemos. ¿Lo quiere con una tirita pa'cuando hay viento? Le digo porque hay gente que ha ido al festival de Cosquín y ahí en la Próspero Molina hay unos ventarrones que se lo llevan...el otro día estaba cantando Mercedes Sosa, se levantó viento, y de pronto no la vieron más, estaba en La Falda. Y bue, hubo que esperar que viniera el viento pa'l otro lao pa que siguiera el recital. Eso pasó un día que tocábamos nosotros, acá con el señor, que teníamos un conjunto folclórico, Los 32 de Anta.

-Cómo treinta y dos?????

-Y sí, porque al principio éramos tres pero después se iban agregando cuñados, amigos, conocidos, y no le podíamos decir a nadie que no; éramos al final treinta y un bombos y una guitarra.

miércoles, 4 de junio de 2008

Animales en peligro: el cóndor- mi cuñado

(en el criadero de mosquitos)

El cóndor, señor, es el animal que está más cerca de extinguirse. Mire, deben quedar tres o cuatro nomás. Nosotros los tratamos de cuidar, pero se van, vio cómo son, el cóndor le vuela. Así que sabemos que hay más o menos tres o cuatro pero no sabemos por dónde andarán. El otro día nos dijeron que uno andaba por Mendoza, fuimos y ya se había ido. Y ¿cómo hacés para cuidar algo que no sabés dónde está? Nosotros pensamos que no se iban a extinguir, porque allá arriba los pibes no les pueden pegar con una honda, una piedra, no se enganchan con los hilos del teléfono, nada, pero parece que es por otra cosa, porque se están extinguiendo igual. Y se deteriora la especie, la última vez que vimos un cóndor desde un helicóptero, tenía una máscara de oxígeno. Mire cómo estará ese animal. Por eso acá con mi compañero tenemos algunos encerrados en casa, porque los otros no sabemos dónde andan y nos queremos asegurar de que no se extinga ese noble batracio.

-¿Pero cómo hacen? El cóndor necesita volar en las alturas.

-Vuelan, señor, vuelan: los tenemos atados de un piolín y le damos cien, doscientos metros de soga; y cuando es la hora de comer, acá mi compañero lo tironea un poco y lo baja, onda barrilete. El cóndor hace fuerza, no quiere venir, primero, pero cuando ve la comida, viene de lo más mansito. Pero a veces tenemos problemas con los demás empleados. El otro día un muchacho que trabaja con nosotros quiso invitar a los amigos a comer, no tenía nada y el cóndor le pareció una gallina grande y la liquidó; le retorció el cogote -le costó, eso sí, después nos dijo que le pareció que para gallina era demasiado fuerte- y ahí fue, al caldo directo. Comieron como diez, no podían creer lo rendidora que era esa gallina. ¿Y lo del oso panda, se acuerda? Otro empleado vio por ahí un par de osos panda que teníamos y le quiso regalar uno a su pibe, y bue...

-¿Se lo llevó? ¿Tenía jardín, espacio, como para mantener en condiciones a un oso panda?

-Embalsamado se lo regaló, porque así no había que sacarlo a pasear, llevarlo al veterinario, darle de comer. Igual, no había mucha diferencia porque el panda estaba siempre tan quietito que igual parecía embalsamado, un animal de lo más tranquilo, que nunca lo iba a molestar. Los animales, señor, a veces son mejores que las personas. Un animal nunca te va a engañar. Nosotros teníamos un zorrino, ¿y?, ¿nos engañó alguna vez el zorrino? No, señor.

-Jamás. Jamás. Claro que tampoco hablaba ni hacía ninguna otra cosa.

-Una lombriz no te va a engañar, más que nada porque no puede, su organización psicofísica es muy modesta y le impide robarte la tarjeta de crédito por ejemplo, o poner música fuerte a las tres de la mañana, pero bueno, al menos no puede. En cambio. mi cuñado el otro día me pidió quinientos pesos para comprar una ventana y no apareció más, me afanó los quinientos pesos. Eso el gato montés no te lo hace.
Teníamos un perezoso también, ése es otro que se está extinguiendo. Pero también, es tan lento que con razón se extingue. No le pone voluntad, si no pone algo de él tampoco podemos hacer magia...nosotros le decimos "Che, te estás extinguiendo, ponéte media pila, tené la actitud propia de una especie en extinción", y el tipo no, ahí colgado, como si fuera eterno.





















Ahora, ¿el mamut ya se extinguió? Porque yo soy nuevo en esto de la ecología, todavía estoy aprendiendo y no llegué a la "M" del manual de bichos que se están extinguiendo.

-Pero sí, señor, hace muchísimo tiempo.

-Con razón...yo creí que la gente no quería colaborar, pero el otro día estábamos haciendo acá con mi compañero una colecta para defender al mamut, carteles hicimos, folletos, déle que déle defender al mamut y vino uno y nos dijo "Pero no, el mamut ya es finado hace rato, no hay más." Me estaba por dar cinco pesos y se los guardó.

Animales malos y animales buenos- Sapos y cocodrilos

-Nosotros acá con el señor somos de Green Peace. Estamos preocupados por la desaparición de algunas especies, sobre todo las dañinas, porque vio cómo es, usted es una especie dañina y nadie la protege. Y al final, usté mata una especie dañina, el bicho colorado pongalé, y a los dos meses se asoma y le desaparecieron los elefantes. Y usted dice "Cómo?, yo aniquilé solamente a los bichos colorados." Pero bueno, este que se come al otro y que a su vez es comido y así es el ecosistema.

-Bueno, esto es un criadero de mosquitos. Ahora está de moda el turismo aventura y hay gente que quiere pasar por la experiencia de vivir un día en el Tigre y quiere tener mosquitos cerca, que en la ciudad cuando hay frío no hay; y acá le creamos un ambiente con los bichos que usted pida. Mosquitos, sobre todo. Pero tenemos ciempiés, lombrices, bichos colorados...

-Ah, bueno, déme 100 gramos de lombrices, 100 de bichos colorados, 50 de bicho bolita...Porque yo tengo sapos y los quiero alimentar naturalmente. Acá tengo, acá traje adentro de la bolsa, seis kilos de sapos.
-Señor, tenga cuidado, a ver si se le escapan los sapos por el negocio y me comen toda la mercadería.
-Nosotros venimos a inspeccionar, justamente, porque hay una denuncia contra usted, de que usté con sus amiguetes sale con la 4 x 4 y el Winchester a cazar sapos por ahí, para que no le coman sus insectos. Pero el sapo es imprescindible en la cadena ecológica etcétera. Menos mal que está Green Peace, y criamos sapos en cautiverio, así que por más que usted trate de liquidarlos, estamos produciendo toneladas de sapos por semana.Porque si protegemos a los animales malos, cómo no vamos a proteger al sapo que nos libera de tantos repugnantes insectos.
-¿Cómo "animales malos"? La naturaleza no conoce la bondad o la maldad, señor.
-Y, ve, es cómo yo digo, hay animales malos pero muy malos. Ahí lo tiene al tábano, ¿qué hace de bueno el tábano?, nada, e incapaz de un gesto humano; o el cocodrilo, ¿qué hace el cocodrilo?, te come. Vos le decís "Hermano cocodrilo, piedad, piedad", y el tipo nada, te come lo mismo. Son bichos malos y sin embargo, los defendemos. Cada tanto, bueno, uno puede perder la paciencia, por ahí saco el revólver y liquido a alguno. El otro día estábamos en el río de Africa defendiendo a los cocodrilos y sin querer le pisé la cola a uno; ¡¡el tarascón que me dio!!, casi me saca la pierna. Y primero traté de hablar, le dije "che, yo vine acá a defenderte, por qué no mordés a los que te hacen cartera" pero vio cómo son; nada, y amagó morderme otra vez, así que ahí saqué la escopeta y lo liquidé de dos tiros.
-¿Y cuál es el animal que más necesita de nuestra protección, actualmente?