Cumpleaños de los niños-Relatos clásicos

Ideas para celebrar el cumpleaños de su hijo.
Este informe del equipo de producción dice lo siguiente:
"Cuando se acerca el cumpleaños de nuestro hijo, etc. etc., nos damos cuenta de que A y B, etc. Organice el festejo por la tarde, para que no venga nadie. Puede armar el cumpleaños fuera de su casa, ya sea en un club, por ejemplo el club atlético San Lorenzo de Almagro o en algún lugar al aire libre, por ejemplo el desierto del Sahara.
Una fiestita al aire libre puede ser original. Lo principal es establecer el horario, porque el padre tiene que venir a buscar a su hijo. A las siete, termina. Hay siete minutos de tolerancia, siete y cinco, le dejo al pibe en la tapuer. Cómo es su gracia?
-José María Escarlata.
-A las siete está bien, siete y cinco se lo pongo en la puerta...
-Yo juego al squash, y justo termino a esa hora, no podría ser diez minutitos más tarde?
-Sí, cómo no, lo va a encontrar en la puerta si es que no se lo llevaron los gitanos. Yo me hago responsable hasta las siete y cinco. Ahora, si llueve...Si usted quiere yo se lo ato a la reja y usted viene y lo desata.
- Pero no me siento seguro, escúcheme, usted, justamente, que convoca tantas reuniones de padres en la escuela...
-Sí, de la Asociación Cooperadora...la última reunión me gané 56 mangos al chinchón. Y le digo, Escarlata, que usted no pagó el último enganche.
-Mire, yo si es así, quisiera saber qué le dan de comer porque mi hijo es celíaco y...
-mire, le damos de comer lo que haya...mire, le voy a confesar algo. Cuando yo era chico, me llevaron a un cumpleaños. El padre del que cumplía años le dijo a mi papá "Mire, señor, hasta las siete, tolerancia tres minutos". Y mi papá no sé, se retrasó, no vino. Y este hombre me sacó. Llovía...! Pero como llovía mi padre no vino, habrá dicho "No viá salir con esta lluvia a buscarlo". Y después ya..se olvidó, vio, uno tiene tantas cosas en la cabeza. Yo tenía seis, siete años. Y le golpié, al otro día, la puerta a este señor. Y el tipo me dijo "El cumpleaños terminó.". Y me quedé ahí, cumplí ocho, nueve, diez...comía hojas de árboles...Mi compañerito dejó de saludarme. Y a los cumpleaños siguientes entraban todos y a mí no me saludaban. Tampoco sabía dónde vivía, porque mi padre no me había querido decir. Una vez le pregunté, "Papá, dónde vivimos?", y me dio vuelta la cara de un ospapo. Me dijo "Ya le voy a decir, cuando corresponda.". Y un día, hace algunos años, pasó una mujer, y me dice.
-Niño, te han abandonado?
Y yo le dije:
-No soy un niño, tengo 31 años, señora.
Y se sentó a hablar conmigo y me sedujo. Le conté toda mi historia. Me llevó a su casa, primero no me dejaba entrar. También me dejaba en la vereda, me decía "Total, vos ya estás acostumbrado." Y después tuvimos seis hijos.
Hasta que un día se cansó y me dijo "Estoy podrida de los pibes, deshazte de dos de ellos." Y bueno, agarré a los dos mayores, los llevé al bosque.



























A Hansel y a Gretel. Y me llamó la atención que mientras íbamos al Pereyra Iraola estos iban tirando pedazos de pan por el acceso sudeste.
Ibamos en la camioneta. Y les dije "Hansel, no se juega con el pan.". Los dejé y les dije "Un momento, voy a echar una mirada y vuelvo" y no volví más. Le dije a mujer, cuando vovl-i a mi casa "Ya está." Al día siguiente, tocan la puerta, "Hansel y Gretel.". Bueno, finalmetne nos quedamos con un niño, y...justamente, esta noche, para las siete y tres minutos, voy a poner a todos los niños en la calle, incluso al mío. No va a faltar alguno que se lo lleve. Y así podremos, la bruja de mi muer y yo, disfrutar de nuestra maldad.
Lo que me llamó la atención que Hansel y Gretel me contaron de la existencia, allá en el fondo del bosque, de una casa con paredes de caramelo, pintura de chocolate, piso de turrón..un asco.